Toma el sol: beneficios y consejos

El sol es fuente de vida y nos ofrece diariamente vitalidad y calor. Tomar el sol con moderación puede aportar múltiples beneficios a nuestra salud. En este artículo, te mostramos algunos de los beneficios de tomar el sol, y además te damos una serie de  recomendaciones básicas para sacarle partido sin perjudicar nuestra salud.

 

 

 

 

 

El sol puede ser beneficioso para la salud en múltiples aspectos:

  • Fortalece los huesos: los rayos UV ayudan a generar vitamina D, la cual favorece la absorción del calcio, fortaleciendo tus huesos y dientes.
  • Te sentirás más sano: ¿te has dado cuenta de que en verano note pones enfermo con tanta frecuencia? La vitamina D también es importante para un sistema inmune saludable. Asimismo, participa en el sistema nervioso y en la regulación del nivel de insulina en sangre.  Tomar el sol también te ayudará a eliminar toxinas.
  • Mejora el aspecto de tu piel: algunos problemas de piel pueden desaparecer con una exposición moderada al sol (se está aplicando con éxito en psoriasis y en algunos tipos de acné, en cualquier caso siempre consulta a tu médico, no utilices el sol como terapia sin supervisión), además de que todos nos vemos más atractivos cuando estamos morenos.
  • Menos estrés: tomar el sol es un estímulo relajante que te hará sentirte más positivo y te ayudará a reducir el estrés. Además, tenemos un aspecto más saludable y gustamos más. Además, existe una relación entre la falta de sol y la depresión comprobada en países nórdicos, con lo cual un poquito de sol te ayudará a sentirte mejor.
  • Sueño:  el sol tiene efectos beneficiosos para el sueño, pues ayuda a «poner en hora» nuestro reloj biológico. Además,  por la noche nos sentiremos mucho más relajados.

 

A la hora de tomar el sol, debes de tomar algunas precauciones. Lee nuestros consejos para tomar el sol:

  • Es imprescindible que utilices protección solar:  ten en cuenta tu tipo de piel, pues las pieles más claras son más sensibles al sol, el factor de protección y el índice UV de la zona donde vayas a broncearte. Si estás en España, puedes utilizar este enlace de la Agencia Española de Metereología para mirar el factor UV de tu zona. Trata de evitar las horas más fuertes de sol, entre las once y las cuatro de la tarde, y comienza con una exposición más bien cortita con mucha protección, ¡más vale quedar menos moreno que quemarse!

Te ponemos una tabla con el tipo de protección recomendado, los tiempos máximos de exposición en relación con tu tipo de piel y el nivel de radiación:

Nivel de radiación (UVI)Piel ClaraPiel Oscura
Exposición máx. sin protecciónÍndice protección indicadoExposición máx. sin protecciónÍndice protección indicado
0-2 (bajo)80 minutos15110 minutos8
3-5 (moderado)40 minutos2560 minutos15
6-7 (alto)25 minutos3035 minutos25
8-10 (muy alto) Verano20 minutos50+30 minutos30
11+ (extremo) Verano15 minutos50+25 minutos50+

Recomendaciones orientativas del Departamento de Sanidad y Seguridad Social según el UVI (Nivel de Radiación).

  • A la hora de aplicarte el bronceador, utiliza siempre el bronceador adecuado (más vale pasarse de nivel de protección que quedarse corto), y comienza a aplicártelo media hora antes de la exposición al sol. Una vez estés en la piscina, playa o montaña, repite la aplicación cada hora y media y siempre después del baño, incluso si tu crema bronceadora es resistente al agua.
  • Toma el sol con moderación, ampliando paulatinamente el tiempo de exposición. De nada te sirve pasarte cuatro horas bajo el sol si te vas a pasar los siguientes cinco días quemado como un cangrejo.
  • Si eres deportista, evita el sol antes de la competición, pues el sol puede bajar la tensión y relajar en exceso tus músculos.
  • Acude a tu médico ante cualquier cambio de tu piel. La aparición de manchas, el cambio de color, tamaño o forma de las mismas son síntomas de que tu piel tiene que ser vista por un dermatólogo especialista. Si te encanta disfrutar del sol, deberías visitarlo en cualquier caso con cierta regularidad para comprobar el estado de tu piel.
  • Tras tomar el sol, utiliza alguna loción para después del sol (tipo aloe vera), refresca tu piel con agua más fría que caliente y no utilices jabón ni otro producto químico hasta que tu piel haya descansado.

 

No te olvides de una toalla, un buen libro, algo para jugar y… ¡disfruta de tu baño de sol!

 

 

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