La importancia de los buenos hábitos
En la entrada de hoy vamos a hablar de un problema que afecta a mucha más gente de la que pensamos: la falta de unos buenos hábitos de alimentación, salud y comportamientos.
Parece mentira, pero muchas de las cosas que vamos a mencionar a continuación e encuentran en la lista de las cosas que escuchábamos miles de veces en la niñez, y quizás por esa repetición hemos aprendido a ignorarlo cuando crecemos. Y no se trata de un tema sin importancia: la falta de hábitos en los aspectos que mencionamos puede derivar en trastornos de sueño, irritabilidad, depresión, estrés, problemas nutricionales, cansancio crónico, problemas cardiovasculares… ¿aún no hemos llamado tu atención?
Lamentablemente es así. Nuestros cuerpos están diseñados por un proceso evolutivo que nos hace capaces de resistir un montón de situaciones, pero la realidad es que hoy en día lo sometemos física y psicológicamente a una presión difícilmente sostenible en el tiempo.
Unos buenos hábitos harán que nuestra salud, tanto física como mental, mejore enormemente, y por lo tanto nuestra calidad de vida se verá incrementada. Sigue nuestros consejos y serás un poquito más feliz!
Antes de darte nuestra lista, recordarte que se trata de recomendaciones saludables que pueden mejorar la calidad de vida de una persona sana. Los problemas que mencionamos anteriormente son muy graves, y por tanto cuando aparezcan sus síntomas debes de acudir sin dudarlo y cuanto antes a un profesional.
Vamos ya con nuestra lista de hábitos saludables. Es posible que muchos suenen muy trillados, algo que todo el mundo sabe, pero… te has parado a reflexionar si los estás cumpliendo? Hazlo ahora! Algunos de estos hábitos no son negociables: tu salud está en juego.
Hábitos imprescindibles
- Dormir las horas adecuadas: algunas personas necesitan nueve horas de sueño, otras tan sólo siete. Por lo general, nosotros sabemos cual es nuestro mínimo, pero siempre (consciente o inconscientemente) tratamos de forzarlo. Viendo ese espisodio de la serie que nos gusta, charlando, leyendo hasta que se nos cierran los ojos… Quizás pensamos que de este modo estamos sacándole más partido al día, o simplemente no pensamos nada. La realidad es que la falta de sueño se arrastra a lo largo de toda la jornada, nos hace estar irritables, cansados, nos obliga a abusar de substancias como el café o el tabaco para mantener el ritmo, e incrementa nuestros niveles de estrés en general. Haz la prueba y duerme unos días seguidos el número de horas que te corresponda. Notarás la diferencia.
- Higiene buco-dental: hay pocos aspectos de la vida cotidiana que disminuyan tanto la calidad de vida como un dolor de muelas. Lavarse los dientes «de vez en cuando» no es suficiente. Hay que hacerlo siempre, de la forma adecuada y sin excusas, pues cada vez que dejamos de hacerlo estamos incrementando nuestras posibilidades de desarrollar cualquier tipo de afección en la boca. Una visita al dentista con la frecuencia recomendada por los especialistas puede salvarnos muchas horas de sufrimiento. Recuerda que, por poco que parezca, una afección buco-dental puede ser incluso mortal.
- Alimentarse bien: deja el azúcar y la bollería industrial que rellenan las horas muertas. No se trata de abandonar las llamadas «comidas basura», sino de consumirlas con moderación y con poca frecuencia. Legumbres, pescado, verduras, pasta… trata de escribir lo que comes durante una semana y reflexiona fríamente (por fríamente nos referimos a un momento en el que tu estómago no esté clamando por comida) si es el tipo de dieta que te recomendarías a ti mismo.
- Hacer ejercicio: desde unos minutos al día hasta una rutina de entrenamiento completo, lo más importante es que poco a poco desarrolles el hábito de hacer ejercicio. No tienes que ser un deportista de élite, basta con que el cuerpo se sienta activo y libere esas maravillosas sustancias que te harán sentir bien durante y después del ejercicio.
Hábitos recomendables
- No te lleves internet a la cama: ni el tablet, ni el móvil tienen que acompañarte en esos minutos antes del sueño. La cantidad de estímulos provenientes de las redes sociales, las noticias, los correos, los mensajes personales… son perjudiciales para la calidad del sueño, pues mantienen la vigilia y un estado de alerta que no son nada recomendables. Además, la luz de esos aparatos engaña a nuestro cerebro, y hay estudios que indican que afecta negativamente a tu reloj biológico. Haz la prueba: descansa unos días sin llevarte el teléfono o el tablet a la cama. Descubrirás dos cosas: un nivel de adicción por encima del que pensabas, y que el sueño reparador es mucho más de lo que creías.
- Tómate un momento para reflexionar cada día: pueden ser dos minutos, cinco, una hora. Reflexiona sobre tu día, sobre lo que has hecho y lo que querías hacer, sobre tus planes del día siguiente, de la semana, del mes, del año, de la vida completa. Haz planes, sueña, ten ideas. Al fin y al cabo, la vida es un maravilloso camino que no conocemos a dónde nos va a llevar en cada momento, pero tener una idea de en qué dirección queremos avanzar nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos.
Y ya está, esta pequeña lista que mostramos hoy contiene algunos pasos en tu camino para una vida mejor. Si en algún momento dejaste de andar, continúa con una sonrisa.
¿Y tú? ¿Qué recomiendas como un hábito saludable en tu vida? ¡Te esperamos en los comentarios!