La búsqueda de la felicidad

La gran pregunta, ¿Qué es la felicidad? Podríamos tratar La felicidad es un estado de ánimo positivo, una sensación de autoralización, de autosuficiencia, que nos proporciona placer físico o intelectual. Es una sensación de armonía interna, de bienestar, algo a lo que todos aspiramos y que es tan efímero y atemporal como nuestro pensamiento. Ya mencionamos algo sobre la autorealización y lo que esperamos de la vida cuando hablamos de la pirámide de Maslow, el cual realizó una gradación de las distintas necesidades que tiene una persona y lo que necesita para ser feliz.

Sin embargo, existen tantos tipos de felicidad como personas hay en el mundo. Unos buscan la felicidad en bienes físicos, otros en la paz interior o espiritual, hay personas que se vuelcan en la familia, o en su profesión, o en un hobby para lograr la felicidad. El grado de felicidad que tenemos y lo que necesitamos para alcanzarla es algo sobre lo que debemos reflexionar nosostros mismos. En muchos casos, la sociedad nos trata de imponer objetivos y necesidades para que fomentemos el sistema en el que nos encontramos; un claro ejemplo es el mundo de la publicidad, en el que se nos presentan situaciones irreales con condiciones utópicas que hacen que deseemos ciertos objetos y que sin ellos nos sintamos inferiores e infelices.

Nuestra búsqueda de la felicidad debe partir de una reflexión interior, no de una comparación con los demás.¿Cómo se consigue la felicidad?  ¿Qué necesitamos para ser feliz? Miremos a los que tienen menos. Existen millones de personas en el mundo que se despiertan pensando si llegarán a comer algo durante el día. El hecho de que estés leyendo esto implica que al menos tienes una conexión a internet, algo poco común si realmente pasas hambre. Asimismo, si lo que nos faltan son apoyos emocionales, pensemos cómo hemos llegado a esta situación y trabajemos para mejorarla.El dinero, si bien no da la felicidad, es cierto que libera de muchas tensiones que nos impide llegar a ella, y sin embargo hay gente en muchos lugares que es pobre y es más feliz que muchos de nosotros, así que esa no debe ser la solución.

¿Tenemos alguna motivación? Un objetivo, si se logra, puede ser muy gratificante, nos autoafirma como personas que somos capaces de lograr nuestras metas y nos ayuda a sentirnos más seguros. Por ello es importante buscar objetivos realistas, sencillos, que podamos escribir de forma clara y recordarnos cada vez que nos preguntemos qué estamos buscando. ¿Estar más con los amigos? ¿Mantener el contacto con la familia? ¿Un trabajo? ¿Estudiar? Son objetivos claros a los que podemos ponerles metas y trabajar en ellos.

¿Hay grados de felicidad? Quizás. No es lo mismo sentirse eufórico al conseguir el trabajo que la sensación de hacer el amor con la persona a la que quieres. Sin embargo, parece ser que una vez alcanzada la felicidad ya no necesitamos más. Se acaban las envidias, los celos, las intrigas, las angustias. Pongamos como ejemplo a Patricia, cuya hija de dos años acaba de acercársele, darle un beso y dedicarle su angelical sonrisa. Es un momento de felicidad, no necesita que su hija le de cien besos más, no necesita nada, la felicidad se lo da todo. Retomando el tema del dinero, hay estudios que demuestran que, alcanzados unos mínimos, los que nos llegan para cubrir necesidades básicas, el resto no nos hace más feliz, es más, todo lo contrario, el afán de tener más puede bloquear la sensación de bienestar que supone tener las necesidades cubiertas.

Los científicos han descubierto que existe un gen que nos hace propensos a la felicidad. ¿Significa que  debemos ir a hacernos un test a ver si somos de los afortunados? El gen regula la acumulación y el reciclaje de serotonina, que es un neurotransmisor relacionado con los estados de ánimo y las emociones.  Sin embargo, podemos estar tranquilos. Existe un largo debate científico sobre si son los genes o el entorno en el que nos encontramos el que condiciona nuestra personalidad. Los genes sin duda importan, pero en lo que a la felicidad se refiere las experiencias de la vida siguen siendo la influencia dominante.

Busquemos la felicidad en nosotros y en nuestro alrededor, pensemos que somos importantes, que valemos, que somos capaces, inteligentes, cariñosos; esperemos mucho de nosotros, y podremos vencer cualquier obstáculo en nuestro camino a la felicidad.

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