Cada pequeño detalle cuenta, haz las cosas tan pronto como se te ocurran.

A veces dejamos pasar pequeños detalles, cosas que podríamos hacer pero que en ese momento no nos apetece, o pensamos que no van a influir para nada en nuestra rutina. La siguiente historia que nos ha llegado a nuestro correo nos cuenta un poco de por qué hay que hacer las cosas en el momento que las pensamos, sin dejarlas para después o convencernos inconscientemente de por qué podemos dejarlas pasar.

«Por la mañana me levanto a llevar a los niños a la guardería. Debido a que no hay conexión de transporte público, cojo el coche para llevarlos un corto tramo. A la vuelta tengo que coger un tren, así que aparco cerca de la estación, a unos docientos metros de casa para no ir y volver. Por la tarde (más bien noche), a la vuelta, hago esos doscientos metros en coche y aparco cerca de casa, pues por suerte es una zona poco habitada. Hasta ahí la rutina diaria.

El martes vuelvo a casa del trabajo pensando en las musarañas (bueno, pensando en facturas, cosas pendientes, lo que tengo que hacer, prioridades en la vida y qué se yo), y me doy cuenta de que he pasado al lado del coche sin cogerlo, y me encuentro en la puerta de casa. Doscientos metros, una minucia, dos minutos, me separan de traerlo a la puerta de casa. «No pasa nada» me digo, » luego voy al gimnasio y es una distancia minúscula, lo cojo de camino».

La noche llega y no he ido al gimnasio. Total, por un día no pasa nada. No pienso en el coche porque es algo que por rutina ya debería de estar hecho.

Dos minutos pueden convertirse en veinte y un mal trago.

Llega la mañana, llueve y hace una temperatura gélida. Los niños no quieren caminar y los doscientos metros hasta el coche se convierten en el París-Dakar mezclados con las aventuras de la conquista del polo norte. Un pequeño gesto que hubiera costado dos minutos el día anterior, se convierte en veinte minutos agónicos que agotan la energía que tenía para esa mañana.»

Un ejemplo de que algunas cosas hay que hacerlas desde el momento que se te ocurran.

 

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