Dormir más y mejor dedicando menos horas al sueño
Dormir un plácido sueño es algo que hoy en día es cada vez más difícil de conseguir. El uso de luz artificial, los distintos horarios y el cambio de hábitos que implica vivir en una sociedad cada vez más acelerada implica que muchas veces tengamos déficits de sueño. ¿Cómo podemos dormir más y mejor, dedicando a su vez menos horas al sueño?
Existen numerosos estudios sobre el sueño polifásico, que hace que cambiando nuestros horarios de sueño podamos dormir menos y tener el mismo rendimiento. Sin embargo, la mayoría de los patrones de sueño propuestos son complicados, pues requieren de unos horarios muy estrictos para que realmente nos podamos beneficiar de ellos. Sin embargo, nosotros vamos a hablar del sueño bifásico, o como lo llamamos en los países latinos, la siesta de toda la vida.
Una siesta, aunque sea corta, nos refresca la mente, aumentando nuestra capacidad de aprendizaje y concentración. Incluso se ha asociado con una disminución de la mortalidad por infarto, posiblemente al reducir el estrés cardiovascular durante la siesta. Pero aún hay más: empleando la siesta, podemos dormir menos horas sin que nuestro cuerpo se sienta fatigado. De hecho, en un patrón de sueño «tradicional» se nos recomienda dormir de ocho a nueve horas diarias, mientras que con el sueño bifásico podemos conseguir los mismos beneficios de ocho horas de sueño durmiendo alrededor de seis horas y media diarias.
¿Cómo se consigue esto? Nuestro cuerpo necesita un número de ciclos de sueño para recuperarse del día a día, y estos ciclos se suceden uno detrás de otro mientras estamos durmiendo. Los ciclos de sueño están controlados por nuestro ritmo circadiano, un sistema que en nuestro cuerpo regula la temperatura, las encimas, y entre otras cosas los patrones de sueño (aunque también podemos cambiarlos mediante la práctica), y regulados mediante la secreción de hormonas como la melatonina y el neurotransmisor serotonina. Existen numerosos estudios que indican que dividir en dos periodos el sueño supone un beneficio a nuestra salud.
¿Y es difícil de conseguir? A diferencia de otros patrones de sueño, el sueño bifásico es muy sencillo de conseguir. Sólo necesitamos un despertador, un cronómetro que nos permita seleccionar una alarma y un poco de fuerza de voluntad. La mayoría de los teléfonos hoy en día tienen alarmas y cuentas regresivas, así que tan sólo hay que ser consecuente con el objetivo que se quierre lograr a la hora de reducir nuestras horas de sueño con una siesta.
Existen dos modalidades principales:
Dormir 5 horas por la noche, tomando una siesta de 90 minutos al mediodía.
Dormir 6 horas por la noche, tomando una siesta de 20 minutos al mediodía.
En ambos casos, dormirás unas seis horas y media, y lograrás que tus tardes tengan más energía para acabar tus proyectos, trabajar o sencillamente compartir el tiempo plenamente con tu familia. Es importante que recuerdes que, en ambos casos, tienes que levantarte inmediatamente de la cama, ¡nada de apretar el botón de cinco minutos más! Piensa en tus objetivos, y verás que aunque al principio sea duro, tu cuerpo genera sustancias que te despertarán completamente en un par de minutos después de levantarte con la alarma. ¡Aprovecha todo ese tiempo nuevo del que dispones ahora y vive una vida mejor!