¿Tienes adicción a internet?
Internet es un mundo de contenidos en continua ebullición. Nunca antes habíamos tenidoun acceso tan inmediato a la información. La pregunta que nos hacemos es: esta facilidad de conectar con datos, personas, música, vídeos, de forma inmediata, en cualquier momento, en cualquier lugar, ¿puede tener un riesgo para nuestra salud física y mental, nuestra vida social, nuestras relaciones? En este artículo te hablamos de la adicción a internet, la ciberadicción y sus posibles consecuencias.
Por supuesto, un uso racional de un recurso tan rico en contenidos como es internet es un hábito más que beneficioso: nos ayuda en nuestro aprendizaje, nos permite comunicarnos con individuos y grupos de personas directa o indirectamente, nos aporta la posibilidad de expresarnos ante millones de personas. Sin embargo, como todo en esta vida, si se convierte en algo compulsivo, en una fijación o en un hábito incontrolable puede resultar un problema, o enmascarar un problema existente, como la depresión, la adicción al sexo, al juego, etc. Conocer los riesgos nos ayudará a entender algunos de nuestros comportamientos y a realizar un consumo moderado de este maravilloso mundo virtual.
La ciberadicción, o adicción a internet, tiene la característica de que no existe una sustancia responsable de la conducta adictiva, más allá de la fascinación que puedan suponernos los contenidos que visitamos y las sensaciones psicológicas que nos producen. Aun así, como en el caso de la adicción al deporte, tenemos recordemos que cada sensación, alegría, tristeza, contacto, etc, tienen una respuesta neurológica en nuestro cerebro, y que éste es el laboratorio más complicado del mundo, así que es posible que sí haya algunas sustancias implicadas al fin y al cabo. Aun así, es considerada una adicción de naturaleza más psicológica que química.
¿Has tenido alguna vez un problema con tu pareja debido a que estabas conectado al ordenador? ¿Has dejado de hacer alguna tarea en el trabajo debido a algo que querías hacer en internet?¿Eres incapaz de pasar unas horas sin comprobar tu perfil de facebook? ¿Cierras los ojos por la noche y ante tí aparecen oleadas de información que has visto de forma compulsiva durante todo el día? ¿Te sientes tremendamente mal cuando no puedes conectarte por cualquier causa, y no dejas de pensar en ello? ¿Has cambiado un rato con tus amigos por estar delante del ordenador sin un objetivo concreto? ¿Utilizas internet para evadirte de la realidad?¿Has perdido horas de sueño por estar conectado a internet? Si has contestado sí a alguna de estas preguntas, comienza a plantearte si tu hábito no se estará convirtiendo en un problema. Si no somos conscientes del uso que hacemos de internet, corremos el riesgo de que nuestros pensamientos y comportamientos sean consumidos por nuestra adicción, de que nos conectemos compulsivamente por el mero hecho de conectarnos, revisando una y otra vez nuestras páginas, perfiles, mensajes, esperando que aparezca algo nuevo que nos calme para volver a seguir.
Conectarse mucho tiempo e ignorar otros aspectos de la vida puede que no sea el orígen del problema, sino la consecuencia de algún otro problema enmascarado. Si sospechamos que tenemos este tipo de adicción, debemos reflexionar profundamente, apuntándolo si es necesario, sobre las causas que nos llevan a realizar cada conexión. Si haces una lista de tus conexiones diarias y el tiempo que has estado conectado, ¿te parecen razonables los motivos? Si ese es tu caso, analiza primero tu problema original. Existen profesionales que pueden ayudarte.
Volviendo a la adicción a internet, en el siguiente artículo para superar la adicción a internet tratamos de daros pautas para reducir su consumo a límites razonables, estrategias para evitar el «síndrome de abstinencia» y recomendaciones para evitar la recaída y mantenernos alejados del «lado oscuro» del ciberespacio. Mientras tanto, esperamos tus experiencias en los comentarios, y también puedes utilizar nuestro consultorio. ¡Feliz sesión de internet!
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