Personalidad: Vencer la timidez

Todos somos tímidos, ¿lo sabías? En mayor o menor medida, todas las personas normales encuentran situaciones a las que temen enfrentarse por alguna razón, y en muchos casos es justificable: de cómo actúes en determinado momento depende el éxito de una entrevista de trabajo, una cita que estás proponiendo, una amistad, la aceptación de un grupo, la percepción de los que te rodean sobre tí. El grado de timidez puede variar, y en algunas ocasiones nos bloquea y nos priva de libertad a la hora de pensar y actuar.

Tartamudeos, esos ojos que bajan al suelo con la mirada esquiva, hacernos invisibles en un lugar público, callar en una reunión de grupo… son solo unas pocas reacciones ante esa sensación de timidez que nos bloquea y nos convierte en espectadores involuntarios de una vida en la que nos gustaría participar. Es más, en muchas ocasiones, pasamos tiempo rumiando las situaciones que hemos vivido, lamentándonos de lo que hemos hecho mal, de que lo podríamos haber hecho de otra manera si no fuéramos tan tímidos.

En este artículo, pretendemos darte algunos consejos para que reflexiones sobre tu timidez, sobre cómo afecta a tu vida y las posibilidades que tienes de superarla, y te añadimos algunas estrategias para librarte de ella. Recuerda que si te quedas con alguna duda puedes contactar con nosotros a través de nuestro consultorio o mediante los comentarios, y estaremos encantados de ampliarte la información que necesitas.

¿Cuales son las causas de tu timidez?

Pregúntate a tí mismo a qué se debe tu timidez. Busca un momento tranquilo, y trata de ver tu vida como una película para que puedas analizarte desde fuera. ¿En qué situaciones te sucede? ¿Cuando estás con tus amigos? ¿Cuando acudes a esa clase? ¿En el autobús sentado junto a un desconocido? ¿En los lugares abarrotados de gente? Seguramente serás capaz de identificar situaciones en las que te sientes más cómodo que otras. Ahora recuerda esas situaciones, ¿qué pensabas en ese momento? ¿te censurabas? ¿tenías un diálogo interior negativo? ¿temías quedar mal, o que pensaran mal de tí? Muchas veces, nuestros propios prejuicios son los culpables de la timidez. Creemos que los demás nos van a juzgar o clasificar por nuestros hechos y palabras, y somos más críticos con nosotros mismos de lo que sería cualquier persona a nuestro alrededor. En ocasiones, una baja autoestima es la causa de esos pensamientos, y en otras sencillamente que somos unos perfeccionistas que nos castigamos por cualquier cosa. Piensa esto: nada es irreversible. Incluso si te pones a hacer la danca del pavo ahora mismo en medio de la calle, dentro de unos meses la gente lo recordará con una sonrisa pero vagamente. Tómatelo todo con alegría, de hecho, ¡sal a la calle y haz la danza del pavo! Cuando alguien te pregunte dentro de dos días, incluso a tí te parecerá divertido, devuelve la sonrisa y tendrás un tema más de conversación.

¿Nuestro plan de acción?

Ya has identificado (y si tienes tiempo, apuntado en una hoja de papel junto a un montón de dibujos de una sonrisa) las situaciones en las que te dejas vencer por la timidez, junto a lo que te pasa por la cabeza en esas situaciones. ¿Qué es lo que tenemos que hacer ahora? ¡Cambiarlo! Es tan sencillo como… ¿te da vergüenza hablar con desconocidos? Entra en el autobús dando los buenos días, verás que no hace mal a nadie, saluda por lo menos al conductor y a la persona que se siente a tu lado. Deja el reloj en casa, pregunta al menos la hora a dos personas, habla con cualquier persona que se siente cerca en un parque, restaurante, etc (atento a cómo te responde y al lenguaje no verbal, a veces la gente no está tan dispuesta a conversar con desconocidos, pero no es culpa suya, ni tuya, es la sociedad).

La idea que tratamos de plasmar es que identifiques las situaciones y te enfrentes a ellas, poco a poco, con pequeños pasos. Si has hecho una lista de situaciones, trata de ponerte en esas situaciones, piensa qué puedes decir por adelantado, cómo puedes actuar si pasa esto o aquello, y oblígate a ser protagonista de ellas. ¿Te corta hablar con chicos/as? Acércate a dos al día. Las primeras veces puede resultar un desastre (bloqueos, malentendidos, falta de ideas), pero la experiencia de haberte puesto delante del toro mejorará tus reflejos para la próxima ocasión, ¡es infalible! Aprende de tus errores y no te tortures por ellos, todas las personas a tu alrededor han vivido lo mismo, incluso puede que tengas un par de anécdotas que contarnos en los comentarios, ¡anda, no seas tímido!

2 comentarios en «Personalidad: Vencer la timidez»

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