Pensamiento positivo – resultados positivos
Todo está en nuestra mente, en nuestro interior. Nuestra actitud hacia la vida, nuestra felicidad, nuestra capacidad de realizar cosas extraordinarias y de cometer errores desastrosos, de sumirnos en la rutina o de entrar en una dinámica que nos lleve hacia el éxito. Escucha tu voz interior, ¿qué te dices a cada momento? Es importante que aprendamos a relacionarnos con nosotros mismos, a cambiar hábitos aprendidos o incrustados por la sociedad, por el entorno, por el descuido o por el desconocimiento. Hoy escribimos para que seas consciente de los pensamientos que produces, de tu diálogo interior, de la orientación que tus propias palabras están dando a tu vida.
¿Qué piensas en cada momento del día? Escúchate cuando suene el despertador, cuando empiece un nuevo día. Escucha cuando comas, escucha a media tarde, y antes de acostarte, escucha cuando vas en el autobús, o en el coche, escucha cuando alguien te habla, escucha cuando trabajas, escucha cuando estudias, escucha mientras lees este artículo, ¿qué te dices a tí mismo?
Tu motivación, tus intenciones, lo que quieres, lo que eres, están dentro de ese diálogo interior que llevas contigo mismo. ¿Qué es lo que te proponemos entonces? Trata de mantener un pensamiento positivo en todo momento, para obtener resultados positivos en la vida. Es más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad? ¡Falso! Has tenido tu primer pensamiento negativo.
Identifica esos pensamientos negativos. ¿Cuáles son los pensamientos negativos? Conviértete en un profesor por un momento, un profesor que va a corregirte. Sé estricto, muy estricto. Cualquier cosa que pienses que no te guste, que te aleje de tus metas, que te desmotive, que sea una muestra de arrepentimiento, que te enfade, que te entristezca, que te siente mal, es un pensamiento a evitar. Quieres ser la mejor persona que puedes ser, y para ello tienes que enfrentarte a un adversario que, sorprendentemente, está de tu parte: tú mismo.»Estoy en baja forma», «Llego siempre tarde», «Me siento sólo», «Qué estrés», «No puedo hacerlo», «No me quiere», «Es tarde para eso». Son un repertorio del que hay que deshacerse.
Analiza el orígen de los pensamientos negativos. Si no tienes tiempo en el momento, coge un papel y un lápiz, apunta el día, la hora y el pensamiento. En cuanto tengas un momento, léelo y trata de pensar cuál es la causa de ese pensamiento. Pregúntate, ¿Qué te lleva a pensar así? ¿Existe una alternativa a esa situación? ¿Puedes cambiarla? La respuesta a esta última pregunta siempre debe de ser «Sí, naturalmente». El «cómo cambiarla» es lo que debemos pensar. Pregúntate a tí mismo, ¿Por qué pienso así?
Cambia los pensamientos negativos por pensamientos positivos. Estos pensamientos parten de tus hábitos, de tu personalidad, y han ido arraigando dentro de tí durante mucho tiempo. No te engañes, eliminarlos es una tarea dura de limpieza mental y hábitos, que va a llevar un tiempo. Lo positivo es que puedes empezar con algo divertido: ¡Niégate a esos pensamientos! Sé como un niño pequeño, tápate los oídos y canta «nananananana….» cada vez que tengas uno de esos pensamientos. Ignórate. Cambia «estoy cansado» por «voy a descansar más para que esto no me vuelva a pasar», el «siempre tarde» por «mañana llegaré temprano». Prémiate, y toma acciones para cambiar todos y cada uno de esos pensamientos positivos. Al fin y al cabo, son un reflejo de lo que no quieres, así que… ¡cambia!
Este cambio sencillo en tus hábitos de pensar te guiará a un camino en el que todo te irá mejor, tendrás una actitud más positiva hacia la vida, serás más crítico con lo que hagas, sabrás de dónde vienen tus actitudes negativas, cómo combatirlas, desarrollarás hábitos que te llevarán a resultados positivos. Hazlo. Al fin y al cabo, ¿no somos los dueños de nuestros propios pensamientos?
Como siempre, esperamos tus comentarios, y puedes contarnos tu historia en nuestro consultorio.
COMO DE SARROLLAR INTELIGENCA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
Genial el aporte! y a base de todo esto te convierte en una persona magnifica y exitosa. 🙂 Saludos.
a1 Enhorabuena por la pe1gina web Marioa1,me ha gustado mucho, este1 ngieal a1a1y sobretodo decirte que te la mereces.Y nada, desearte mucha suerte para esta temporada, y q sonare1 a tf3pico, pero que lo importante no es como empieza sino como acaba.c1nimo y besosa1a1a1