Mors Omnia Vincit
La frase «Mors Omnia Vincit» se colocaba como recordatorio en cuadros de acaudalados busgueses de principios del renacimiento. Estos cuadros, que solían lucirse en el dormitorio, incluían una calavera y muchos de los bienes materiales que representaban riqueza en aquellos tiempos: libros que representaban la sabiduría, un reloj de arena para representar el paso del tiempo, joyas y dinero, cetros para representar el poder, etc. «La muerte vence a todo» rezaba la frase, y se colocaban estos cuadros para recordarse su condición de humanos, y de que hay otros valores por encima de los que se colocaban en la imagen.
Si cambiamos nuestra perspectiva de la vida, si pensamos en nosotros mismos dentro de mil años, reducidos a polvo y cenizas, nos damos cuenta de que muchas de las cosas a las que damos valor en esta sociedad y en nuestra vida no tienen tanta importancia. Véase el pequeño homenaje que le hemos hecho a los cuadros en nuestra imagen de portada, colocando la calavera y un reloj sobre otros muchos bienes cotizados y codiciados por los hombres: lujo, sexo, dinero, joyas, coches potentes, viajes, barcos, casas grandes, motos, aparatos tecnológicos, juegos de azar, industria, y asímismo hemos incluido una pequeña imagen de la justicia. Con el tiempo, todo eso desaparece, y todo lo que hagamos hecho en nuestra vida se reducirá tan sólo a cómo hayamos decidido vivirla. ¿Vale la pena dedicar nuestra vida a obtener esos bienes, a estar en un permanente estado de ansiedad (maravillosa serie de documentales que recomendamos desde aquí) luchando por conseguirlos?
Por todo ello, debemos vivir nuestra vida de la manera que más felices nos haga, pues todo lo demás es accesorio. ¿Qué valores son los que realmente nos llenan en nuestro día a día? El amor, la sinceridad, la humildad, la amabilidad, la bondad, la reflexión, la paciencia y las relaciones personales (pareja, familia, amigos) nos aportarán mucha más calidad de vidad que cualquier objeto, cualquier posesión, y tampoco nos hará más felices preocuparnos constantemente por lo que opinarán los demás.
<<No hay riqueza, sino vida>> es una frase de John Ruskin, intelectual nacido a principios del siglo XIX, y que nos debe ayudar a darnos cuenta de que el aquí, ahora, es lo que somos, y no debemos vivir preocupados por lo material, sino por la vida misma, que está ocurriendo a nuestro alrededor justo en el momento que estás leyendo estas líneas. Respira hondo mientras cierras los ojos, esboza una sonrisa y…. ¡vive!